El
conflicto para Latinoamérica se presentó debido a que se reflejaron algunos problemas
en cuanto a la infraestructura, lo que nos lleva a plantear la necesidad de
aumentar o realizar cambios para las construcciones, por ende, se necesita de
innovaciones a nivel constructivo para de esta forma elevar el crecimiento
económico, lo que no solo ayudaría en la parte económica sino también en lo
social y eventualmente demostraría las capacidades del profesional
latinoamericano, la idea de esta propuesta es consentir que estos países vayan
al nivel de países como China, la cual vuelve a experimentar un auge del
crecimiento de proporciones épicas que ha demostrado ser bastante notable, con
el fin de aumentar su prestigio y desarrollar la mayor cantidad de áreas posibles.
En el mismo
orden de ideas, para Latinoamérica se necesita aumentar la rentabilidad social
y económica, especialmente se necesita establecer nuevas fuentes de
financiamiento, con la idea de evitar el hundimiento de infraestructura regional, sino por el
contrario solucionar el bajo nivel del mismo; hoy en día, se está al tanto sobre
los efectos que ejercen la disponibilidad y eficacia de la infraestructura
económica, que aplica al incremento económico y su sostenibilidad en el tiempo,
además de los efectos positivos de la apropiada tarea de infraestructura,
maximizando así un adecuado desempeño, lo que reconocería una integración del
sistema económico y territorial de un país o región, para exhibir una mejora en
bienes de insumo, reducción de costos, incremento en la cobertura y calidad de
los servicios suministrados a la población. Calderón y Serven, (2002), estiman
que “la infraestructura facilita el desarrollo social, especialmente cuando la
infraestructura es inserta en políticas de conectividad e incluso social
orientadas a las regiones más desamparadas económicas y socialmente,
contribuyendo a la vez a reducir los desequilibrios distributivos”.
De tal forma que la materia de servicios
de infraestructura enfrenta desafíos para lograr un desarrollo, desafíos que
van desde puntos políticos hasta la ausencia económica; lo que no permite una
maduración y buen funcionamiento de los mercados de la misma; por ende, se da a
conocer la necesidad de poseer una construcción adecuada para el mejoramiento, funcionamiento
y desarrollo en América Latina y cualquier país para el que eventualmente se
desee invertir en cuanto a infraestructuras. Según Cipoletta (2010), advierte que
“la ausencia de una infraestructura adecuada, así como la provisión ineficiente
de los servicios, constituye grandes obstáculos para la implementación eficaz
de políticas públicas, el pleno logro de metas de desarrollo económico y
social”.
En
síntesis, notamos como América Latina surge con nuevos proyectos que han
permitido un buen desarrollo económico político y social, al mismo tiempo esta ha
crecido eventualmente de tal forma que las obras dan un mayor impacto regional,
teniendo en cuenta claros ejemplos que han sido detonantes de un nuevo producto,
tales como: el tren de alta velocidad localizado en la ciudad de Rio de Janeiro
en Brasil; el tramo carretero Durango-Mezatlan, localizado al centro-norte de México;
las autopistas urbanas de Bogotá, capital colombiana; la refinería de Comper,
localizada en la cuidad de Rio de Janeiro en Brasil como muchas otras. De tal forma
se puede notar como América Latina ha madurado, y actualmente profesa nuevos paradigmas
y retos en cuanto a infraestructuras.
Referencias
Souza de Oliveira, J. y Sucapuca, L. y Villegas, N. (2013). El desarrollo de infraestructura como indicador de crecimiento de un país. Foz de guacú, Brasil. Disponible en: https://www.unila.edu.br/sites/default/files/files/El%20desarrollo%20de%20infraestructura%20como%20indicador%20de%20crecimiento%20de%20un%20pa%C3%ADs_B.pdf
Rozas, P., Sánchez, R. (2004). Desarrollo de infraestructura y crecimiento económico: revisión conceptual. Santiago de Chile. Disponible en: http://archivo.cepal.org/pdfs/2004/S048642.pdf
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